La propuesta de UBC para la instrucción en vocabulario para niños y niñas de NT1 y NT2, se construye a partir de la investigación en la materia, especialmente en base a los planteamientos de Beck, Mckeown y Kuncan (2002), y busca ampliar de forma profunda el vocabulario tanto productivo como receptivo de los niños/as. La estrategia debe ser aplicada al menos tres veces a la semana, y se ha ido modificando en base a la experiencia en el terreno.
Cuando hablamos de vocabulario, debemos considerar dos conceptos. Uno es la amplitud, y se refiere básicamente a la cantidad de palabras que un niño/a maneja, ya sea de forma receptiva como productiva. La amplitud es muy importante, porque entre más palabras conoce un niño/a, más posibilidades tiene de comprender un texto oral o escrito.
El otro concepto relevante es la profundidad. No basta con conocer muchas palabras, sino que es necesario, en primer lugar, comprender su relación con otras palabras (categorizar, por ejemplo, entendiendo que la palabra casa puede englobar “departamento”, “Iglú”, “casona”, etc). En segundo lugar, entendemos profundidad como los distintos significados que puede tener una misma palabra y cómo este depende del contexto.
Para que la estrategia abarque tanto la amplitud como la profundidad, esta propuesta considera tres puntos elementales y transversales que deben estar presentes, independiente de la interacción que se escoja para trabajar la palabra:
ELEMENTOS CLAVES PARA LA INSTRUCCIÓN DEL VOCABULARIO:
Frecuencia y sistematicidad |
Solo la consistencia en el uso de una nueva palabra, asegurará su aprendizaje. Es esencial que el educador o el adulto mediador, sea capaz de aplicar las estrategias e incorporar la palabra al uso diario mediante actividades específicas para utilizar la palabra, o en instrucciones y comunicación oral diaria, para promover así la incorporación de la misma al lenguaje de los niños/as. Las múltiples exposiciones a la palabra son tan fundamentales, que es necesario incluso contar con el apoyo de la familia para el refuerzo de la misma desde el hogar. |
Importancia del contexto |
Para desarrollar y ampliar el vocabulario en los niños/as es imprescindible trabajar con nuevas palabras provenientes de contextos significativos, de manera que estas resulten relevantes y generen el "deseo" de aprender su significado. En UBC se trabaja a partir del contexto de un cuento, por ser una buena fuente de palabras útiles y sofisticadas, y resultar atractivos para el grupo. La lectura de cuentos permite escuchar y aprender más cantidad y diversidad de palabras que una conversación o narración de experiencias personales del adulto (Rosemberg, 2013). |
Rol del mediador/a |
El rol del mediador es diseñar actividades focalizadas en la instrucción de vocabulario y reforzar la adquisición de la palabra, de forma sistemática y frecuente. Para esto debe seguir trabajando con la palabra, ya sea usándola en nuevos contextos, asociándola a experiencias propia o de los niños/as, para asegurar múltiples exposiciones. El educador/a deberá guiar y mediar las respuestas de los niños/as de manera de proponerles nuevos contextos de uso o redirigirlas en aquellos casos en que la respuesta no corresponda. Además se debe trabajar extendiendo el uso de la nueva palabra en todas las instancias que sea posible, siendo un modelo en su uso y promoviendo en los diálogos que se den en el aula. |