Estrategia de Vocabulario

La estrategia de vocabulario que presentamos ha sido probada en aula por todas las educadoras y asistentes de la educación de párvulos que han participado del programa de desarrollo profesional docente y directivo Un Buen Comienzo. Durante estos años, hemos recogido e integrado mejoras a las estrategias a partir de la experiencia de estos equipos educativos, y entendemos que la misma estrategia no funciona del mismo modo en todos los contextos. Es por esto, que te invitamos a aplicarla en el aula, y a modificarla de ser necesario. Recomendamos, sin embargo, hacer este proceso mediante una metodología que permita registrar y comprender realmente qué funciona y qué no, y cómo las decisiones que tomamos a la hora de adaptarla modifican los resultados.

En términos generales, recomendamos aplicar ciclos simples de mejora, que consideren cuatro momentos:

Ciclo de mejora continua para la estrategia de vocabulario.

Planear

Planifica la aplicación de la estrategia, siempre respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Qué quiero que los niños y niñas aprendan?; ¿Cómo sabré si aprenden lo esperado?. Para esto, recomendamos considerar algunos indicadores. Por ejemplo, si los niños/as son capaces de utilizar la palabra de forma adecuada en una frase, si un par de días posterior a la experiencia recuerdan la palabra y pueden utilizarla en contexto, etc. Esto puede hacerse para todo el curso, o para algunos niños/as en particular.

Hacer

Implementa la estrategia según lo planificado. Se recomienda identificar aquellos niños/as que pudieran tener más problemas en la incorporación de palabras de vocabulario, y registrar sus respuestas en el momento.

Estudiar

Revisa los datos y registros del proceso. ¿Cómo nos fue?; ¿Pudimos observar resultados positivos en los niños y niñas?; ¿Fueron capaces de responder a las preguntas utilizando la palabra, por ejemplo?; ¿Se vieron interesados durante el proceso?.

Ajustar

Considerando los datos, reflexiona acerca del proceso. ¿Resultó como quisimos?; ¿Qué funcionó bien?; ¿Qué podríamos mejorar, y cómo?. Con las respuestas a estas preguntas en mente, inicia un nuevo proceso de planificación y comienza un nuevo ciclo.