En un cuento infantil, podemos encontrarnos fácilmente con diez palabras de nivel dos, pero ¿Cómo saber cuál es mejor enseñar? No olvidemos que dedicaremos tiempo en la preparación y la instrucción de la palabra, por lo que debemos ser cuidadosos/as a la hora de seleccionar aquella que resultará más útil para nuestro grupo.
Los criterios principales para la selección y posterior instrucción de una palabra son su importancia y utilidad, y su potencial instruccional.
Con importancia y utilidad nos referimos a palabras que se usan en muchos contextos distintos, es decir, que van a tener la posibilidad de escuchar y de utilizar de diferentes maneras y momentos.
Y con potencial instruccional nos referimos a palabras que se pueden trabajar de una variedad de maneras para que los niños/as puedan entender su significado y hacer conexiones a otras palabras y conceptos.
En el ejemplo anterior, “El hallazgo de Franklin,” (Paulette Bourgeois y Brenda Clark, Editorial Norma). Franklin encontraba un trébol. La palabra trébol podría considerarse de nivel dos, y sin embargo, no es una palabra que recomendemos para enseñar explícitamente. ¿Qué tan probable es que los niños/as vuelvan a encontrarse con la palabra trébol en otro texto? ¿Qué tan probable es que nuestros niños/as requieran utilizar la palabra para expresarse en el día a día? Si en el contexto del cuento es importante, podemos definirla rápidamente, pero no necesariamente realizar una actividad específica en torno a la palabra. Recordemos que vamos a dedicar al menos 30 minutos en la instrucción, y debemos escoger una palabra que realmente valga la pena, y que sea un aporte tanto para la comprensión como para la expresión de los niños y niñas.
Ahora es tu turno