Estrategia de Escritura Emergente

La sugerencia de no escolarizar a los niños y niñas de los niveles de Transición es reconocida ampliamente, por lo que a veces resulta difícil pensar en cómo se puede trabajar la escritura emergente de forma apropiada para el nivel inicial. El enfoque centrado en las etapas de desarrollo de los niños/as permite que ellos/as puedan incursionar en la escritura emergente, sin que sea un trabajo demasiado escolarizado. Probablemente en las salas de clases tengamos una variedad de etapas, desde niños/as que solo hacen garabatos y rayas, hasta los/las que están escribiendo en forma autónoma. Si se cae en la escolarización al enseñar escritura lo más probable es que los niños/as se desmotiven y no vivan un proceso natural y entretenido, lo que podría impactar negativamente en la adquisición de esta habilidad.

Por esta razón es fundamental  brindar a los niños y niñas el apoyo que cada uno/a necesita para seguir avanzando en las etapas de escritura, en base a la observación y acompañamiento constantes.

Fountas y Pinnell (1999), definen en orden decreciente, cuatro niveles de apoyo en escritura emergente. En cada uno de estos, la educadora entrega diferentes tipos de andamiaje a sus niños y niñas.

La educadora escribe frente a los niños/as, creando y pensando en voz alta el contenido del texto. Es el máximo nivel de apoyo, y es adecuado para trabajarlo con el grupo completo o en grupos pequeños.

La educadora y el grupo crean el texto juntos. Los niños/as narran verbalmente a la educadora el contenido del texto, mientras ella va escribiendo las ideas, palabras u oraciones en el pizarrón, papelógrafo o cuaderno.

La educadora y los niños/as piensan el texto en voz alta y se turnan para escribirlo. En este nivel de apoyo se comparte el lápiz, ya que la educadora escribe una primera palabra o sílaba, para luego invitar a los niños/as a escribir el resto. En este proceso podemos guiar a los niños y niñas a través de preguntas, tales como: “¿Cuáles son los sonidos en esa palabra?”, “¿Con qué sonido comienza?”, “¿Qué sonido sigue?”, entre otras.

Este nivel de apoyo permite que los niños/as piensen y escriban el texto, sin mayor asistencia del adulto. Es el nivel más alto en autonomía para los niños/as, ya que son ellos/as los que crean el contenido del texto y lo escriben. En este momento de la escritura podemos diferenciar dos subniveles:

Escritura Guiada: La educadora apoya a los niños/as, guiándolos/as con el muro de palabras, abecedario individual y alargando los sonidos.

Escritura Individual: Los niños/as escriben de acuerdo con su etapa de desarrollo de la escritura.