Estrategia de Escritura Emergente

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¿Cómo podemos mejorar?

¿Cómo podemos mejorar la implementación de esta estrategia?

La estrategia de Escritura Emergente ha sido probada por todas las educadoras y asistentes en educación de párvulos que han participado del programa de desarrollo profesional docente y directivo Un Buen Comienzo. Durante estos años, hemos recogido e integrado mejoras a la estrategia a partir de la experiencia de estos equipos educativos, y entendemos que la misma estrategia no funciona del mismo modo en todos los contextos. Es por esto, que te invitamos a aplicarla en el aula, y a modificarla de ser necesario. Recomendamos, sin embargo, hacer este proceso mediante una metodología que permita registrar y comprender realmente qué funciona y qué no, y cómo las decisiones que tomamos a la hora de adaptarla modifican los resultados.

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En términos generales, recomendamos aplicar ciclos simples de mejora, que consideren cuatro momentos:

Ciclo de mejora continua para la estrategia de escritura emergente.

Planear

Prepara y planifica la aplicación de la estrategia, siempre respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Qué quiero que el grupo aprenda?; ¿Cómo sabré si aprenden lo esperado?; ¿Distingo y manejo los elementos básicos que me permitirán ampliar y mediar la experiencia pedagógica?. Para esto te recomendamos considerar algún indicador observable, que permita reconocer los avances en el proceso de escritura de los niños y niñas, por ejemplo el objetivo propuesto en  las planificaciones de Escritura Emergente: "Escribir a partir de una idea que surge del contexto del cuento", el que se podría ajustar según las necesidades y/o avances del grupo en general o para algunos niños y niñas en particular.

 

Hacer

Implementa la estrategia según lo planificado. Se recomienda identificar las etapas del desarrollo de escritura de los niños y niñas.

 

Estudiar

Revisa los datos y registros del proceso. Se recomienda anotar información relevante que permita ajustar y mejorar  las experiencias pedagógicas en relación a: ¿Cómo nos fue?; ¿Pudimos observar resultados positivos en los niños y niñas?; ¿Cuáles? ¿Fueron capaces de realizar la experiencia de aprendizaje?; ¿Se vieron interesados/as durante el proceso?; ¿Fueron adecuados los materiales en calidad y cantidad?; ¿Surgieron imprevistos?; ¿Cuáles?; ¿Nos alcanzó el tiempo propuesto? u otros elementos.

 

Ajustar

Considerando los datos, reflexiona en equipo educativo acerca del proceso. ¿Resultó como quisimos?; ¿Qué funcionó bien?; ¿Qué podríamos mejorar, y cómo?. Con las respuestas a estas preguntas, inicia un nuevo proceso de planificación y comienza un nuevo ciclo.